domingo, 31 de mayo de 2015

"El misterio de la cripta embrujada", de Eduardo Mendoza: una maravilla, se mire por donde se mire



Título: El misterio de la cripta embrujada
Autor: Eduardo Mendoza
Editorial: Seix Barral
Género: novela de suspense, detectivesca, humor, parodia
Páginas: 192
Publicación: 17/01/2006
ISBN: 978-84-322-1701-2

 
  La acción nos es relatada desde la perspectiva de un único narrador —el personaje principal, detective improvisado cuya creación es uno de los más felices hallazgos de la obra— y se halla comprimida en un marco temporal muy reducido en cuyo interior se encadenan los más inesperados e intrigantes acontecimientos.
  Leí esta novela cuando era muy muy jovencita (sé que en algunos institutos es, desde hace años, una de las lecturas obligatorias que los profesores eligen -y, la verdad, me parece un acierto-, pero no fue mi caso) y ya iba teniendo ganas de una relectura que me recordase lo mucho que me gusta Eduardo Mendoza y lo poco que he leído de él en comparación con lo mucho que disfruto de sus libros. Es verdad que tiene una bibliografía más que extensa y que haber leído tooodos sus libros es tarea prácticamente de una vida pero con este autor tengo la sensación de que he leído menos de lo que me gustaría. Y eso es imperdonable. ¿Reto para el año que viene? Le daré unas vueltas...
     Mendoza es capaz de construir una novela de intriga y suspense utilizando los elementos clásicos del género pero introduciendo ciertas transgresiones que logran introducir una veta de humor en el texto pero (y he aquí, para mí, uno de los grandes logros de la obra) sin romper el género, sin destruirlo. Es como una parodia seria, por decirlo de algún modo, una burla pero que no destruye, sino que suma y le da un giro muy interesante al género.
    De hecho, el propio autor cuenta en una nota explicativa en mi edición (el libro se publicó originariamente en 1979 y mi ejemplar es de 2010, decimoséptima reimpresión, que se dice pronto) que lo escribió uniendo dos preocupaciones/obsesiones/sucesos de aquel momento: por un lado, todo lo que estaba pasando en España, durante la Transición, momento histórico que él vivió en Estados Unidos; y, por otro, que acababa de leer una novela de Ross McDonald y se planteó escribir no tanto una parodia como un homenaje, eso sí, con su particular estilo y su forma de concebir la literatura. Y así nació esta novela que, según confiesa en la misma nota, terminó en una semana y que tanto le gustó escribir. Tanto que, a día de hoy, cuando le preguntan que de todas las novelas que ha escrito cuál es su obra más querida, todavía contesta (aunque sin hacer un feo a las demás, claro está) que esta.
     Y no es para menos. El misterio de la cripta embrujada nos presenta a uno de esos personajes inolvidables de la literatura española. Un personaje que ejerce de narrador y de improvisado investigador del caso, recién salido de una institución mental y metido de lleno en la investigación de una niña desaparecida en extrañas circunstancias en un colegio de monjas, tal y como ya ocurriera seis años antes. Un personaje sin nombre, histriónico, de rápida inteligencia y con una capacidad mimética y para adoptar personalidades diferentes asombrosa. Un personaje a caballo entre Lázaro de Tormes y Don Quijote, que bebe, pues, de la más alta tradición literaria española pero que la trenza con la tradición americana de las novelas policíacas y el halo de las novelas de misterio y terror de toda la vida. Y lo hace con maestría, con elegancia y sin que nada chirríe. Un hallazgo, pues.
    Ese personaje es clave para el humor de la obra junto a algunas situaciones disparatadas y, sobre todo, los nombres con los que Mendoza bautiza a otros personajes de la novela o los que utiliza el protagonista en sus numerosos cambios de personalidad. Un buen ejemplo de cómo un autor puede utilizar algo tan aparentemente banal como los antropónimos para mejorar el tono y la intención de la obra.
     Pero más allá del humor y de la trama detectivesca, el tercer gran pilar de la novela es el componente de crítica social que subyace en ella. Crítica social y también moral, si nos atenemos a las razones por las que desaparecen las chicas, asunto del que no voy a hablar porque no quiero destripar el misterio a nadie pero que pone el acento en la hipocresía y el valor (exagerado, diría yo) que algunos dan al dinero.
    Y por si todo lo dicho fuera poco, encima se lee muy bien. El ritmo es ágil; las escenas, trepidantes; el argumento, perfectamente tramado; los capítulos, cortos y la acción no da tregua. Y la guinda del pastel: el estilo de Mendoza, su pluma, su capacidad para armar novelas y para contarlas como solo él sabe hacerlo.
     En definitiva, un capricho, una chuchería literaria que se disfruta con glotonería pero que, además, alimenta. Poco más se puede pedir.
     Nos seguimos leyendo.



   Incluyo este libro en los siguientes retos:
  •  Reto Libros Olvidados: 2 
 

sábado, 30 de mayo de 2015

Pasando revista a la semana #105

   Hoy me siento como si ayer hubiera de esta de boda. Así de intenso fue el Maratón de los Cuentos de Azuqueca. Casi siete horas ininterrumpidas de cuentos para todas las edades que disfruté como una enana. Pero, claro, hoy el cuerpo pasa factura. En fin, tarde de relax y a ver si lo arreglo. Por cierto, publico hoy mi resumen semanal en vez de mañana porque aprovecharé el domingo para homenajear a Eduardo Mendoza, tal y como manda la Yincana Criminal.

 

SORTEOS 

  • Entre montones de libros organiza un sorteo porque sí.... ¡y menudo sorteo! Pincha aquí para echarle un ojo a los libros en juego y dime que no te apetece alguno. Si es así, puedes participar hasta el 5 de junio.
http://entremontonesdelibros.blogspot.com.es/2015/05/sorteo-mientrasleo.html
  • Una mamá entre libros sí tiene algo que celebrar y lo hace por todo lo alto (¡feliz primer aniversario!) con este sorteo que finaliza mañana mismo.
http://unamamaentrelibros.blogspot.com.es/2015/04/sorteo-1-aniversario-20-ganadores.html
  • Y acabo con El universo de los libros, que sorteo lo último de Antonio Romero. Yo, por lo menos, no me lo pierdo. El plazo acaba el 6 de junio, como puedes ver aquí.
http://www.eluniversodeloslibros.com/2015/05/sorteo-los-diletantes.html





#RETODEESTASEMANA


   Esta semana mi reto se va a quedar un poco chafado, aunque he pasado ya de la mitad de El hombre que amaba a los perros y he leído las primeras 140 páginas de La hondonada, de Jhumpa Lahiri, para el club de lectura. Pero ni he leído La estrategia del pequinés ni me ha dado tiempo a acabar todavía Pez en la hierba, de Ángel Gil Cheza, para la lectura conjunta organizada por MiMar de Letras, El universo de los libros, Libros que hay que leer y De lector a lector.
   Espero terminar, o al menos darle un buen empujón a Pez en la hierba mañana y a partir del lunes, ya 1 de junio, espero continuar La hondonada y El hombre que amaba a los perros (a ver si pudiera acabarlo ya esta semana), además de empezar El hombre de la máscara de espejos, de Nieves Abarca y Vicente Garrido, para la lectura simultánea convocada por Entre mis libros y yo, y Un hijo, de Alejandro Palomas, que el sábado estará en Alcalá de Henares. Si me diera tiempo a empezar también Adiós, muñeca, de Raymond Chandler, para la Yincana Criminal sería la bomba. Pero el lunes comienza un nuevo horario para mí y no sé cómo voy a andar.  El hombre que amaba a los perrosL El hombre que amaba a los perros


ENTRADA MÁS LEÍDA ESTA SEMANA

  
  Después de que Mayte Esteban la tuitera y muchos la reituiteran, y quizá también por su contenido, mi entrada del domingo pasado ha sido la más visitada de la semana, seguida por la reseña de La marca de la luna, gran novela, así que me alegro un montón.

NUEVOS HABITANTES

 
 Esta semana he recibido estos dos libros para reseñar en Anika entre Libros

 

y, además, de mi paso ayer por La Librería de Javier para apuntarme al encuentro con Alejandro Palomas (yo... ¡y la mitad de mi club del lectura!) se han quedado conmigo...


  ¡Feliz semana!
  Nos seguimos leyendo.
 

jueves, 28 de mayo de 2015

"La marca de la luna", de Amelia Noguera: una maravillosa mezcla de historias, lugares, costumbres y personajes




Título: La marca de la luna
Autora: Amelia Noguera
Editorial: Roca Editorial
Género: novela, ficción histórica
Páginas: 504
Publicación: 25/9/2014
ISBN: 978-84-9918-761-7

  En una aldea de la India, la madre de Lila fallece al traerla al mundo. Su abuela Asha se hace cargo de ella y le evita así su cruel suerte: morir por no ser varón. Pero la vieja Neeja, cegada por el odio ancestral de quienes viven en la oscuridad, la maldice: cualquier hombre al que Lila comience a amar morirá. Asha intenta contrarrestar la maldición de su consuegra: la esperanza vendrá de la mano de un extranjero.
  La pequeña, con la marca de la luna en el vientre, crecerá aprendiendo los secretos de la magia hasta que, huyendo de la maldición, emprenderá un periplo que la conducirá a Checoslovaquia. Allí, su destino se verá ligado al de algunos de los protagonistas de la Historia reciente de Europa como fueron los integrantes de la Legación española en Praga, centro neurálgico desde donde se movían los hilos de las Diplomacias republicana y rebelde durante la Guerra Civil.
  En una insólita combinación de realismo mágico, novela histórica y thriller, esta novela con una trepidante trama encaja con precisión en los acontecimientos históricos del primer tercio del siglo XX.
   Una de las cualidades que me fascina de Amelia Noguera como escritora es su capacidad para contarnos tantas cosas diferentes en una sola novela y sin caer ni en incoherencias ni en digresiones. Todo está bien hilado, todo parece natural, nada resulta forzado, a pesar de (como es el caso) llevarnos desde la India hasta Checoslovaquia o Sevilla o de hablarnos de temas tan variopintos como las tradiciones hindúes y sus usos religiosos, la ambición humana o la diplomacia en tiempos de la Guerra Civil.
    Pero no solo eso: también mezcla realidad, magia, historia y ficción sin que ninguno de los ingredientes chirríe, consiguiendo un plato único, muy bien medido y donde nada desentona. Nada fácil, creo yo. Pero Amelia lo consigue (y a las pruebas, o mejor dicho, a sus libros, me remito).
     En esta ocasión, Noguera nos cuenta la historia de Lila, cuya trayectoria vital conocemos desde el momento en el que nace y que, además, ejerce de narradora de la novela. Creo que la elección de este narrador es un acierto, porque logra que empatices enseguida con Lila, que veas el mundo a través de sus ojos y que sientas lo que ella siente. A pesar de ello, no es una narradora parcial, que sesgue la realidad o que oculte parte de ella. Todo lo contrario. De hecho, a veces he tenido la percepción, mientras leía, de que la novela estaba contada por un narrador omnisciente y en alguna ocasión, incluso, me he preguntado ¿y cómo puede conocer Lila esta conversación?
    Lila es un personaje fascinante, en el que se mezclan los prejuicios propios de un país y una clase social pero capaz también de abrirse al mundo y de verlo con los cosmopolitas ojos de quien viaja y conoce lugares y personajes diferentes.
    Pero no menos fascinantes son algunos de los personajes que la acompañan en la novela, como su abuela o su madre de adopción. Hay personajes llenos de fuerza y de magia en la novela; personajes muy reales que nos muestran que todos tenemos nuestras debilidades, nuestras deudas, que todos nos equivocamos y que nadie estamos libres de cruzarnos con alguien que nos quiera hacer pagar por esos errores.
    Noguera mezcla lugares, culturas, personas e historias en uno de los momentos más convulsos de la Historia universal: la primera mitad del siglo XX. Así, nos lleva desde las luchas de Gandhi al terror nazi, pasando por la Guerra Civil española, aunque vista desde el exterior, enfoque que me ha parecido muy interesante y muy poco tratado en literatura (o por lo menos, no tan explotado como otros). Me ha resultado fascinante el relato de la labor que llevaron a cabo los diplomáticos republicanos durante la guerra, sus esfuerzos para salvar al legítimo gobierno español y las zancadillas a las que tuvieron que hacer frente cuando el poderoso caballero don Dinero se cruzó en sus caminos.
     Con tantos frentes abiertos, tantas localizaciones y tanto profundizar en costumbres y ritos (sobre todo hindúes), una se pregunta ¿pero cómo lo ha hecho Noguera? Si suele decirse que la documentación que se realiza es una mínima parte de la que uno muestra en la novela, no quiero ni pensar el trabajo que le ha llevado a la autora completar el dibujo de un mismo tiempo histórico en varios puntos geográficos, con verosimilitud, coherencia y sin que la novela parezca un libro de historia en vez de una obra literaria.
     La multitud de escenarios, personajes, países, costumbres, personajes históricos y subtramas se acompaña de una mezcla, en lo literario, de varios géneros que Noguera combina también con acierto. Así, podemos encontrar un toque exótico (con la parte de la trama que transcurre en la India y la cantidad de costumbres, ritos e historias que nos presenta), una buena cantidad de Historia o de recreación o de ficción histórica, una pizquita de novela negra o thriller (también hay muertes, estraperlo, robo de joyas...y por eso la incluyo en la Yincana Criminal, sobre todo porque hay una muerte que sí resulta muy importante para la parte final de la trama), mucho de novela intimista, reflexión sobre la vida y la relaciones humanas, el valor de la familia y la amistad...; su puntito de literatura de viajes y hasta unas gotitas de magia o, podríamos decir, de realismo mágico.
      Y hasta su dosis de denuncia, que no podía faltar en los libros de Amelia Noguera. En este caso, la autora pone el acento en la situación de la mujer en determinados países, en los prejuicios raciales, en la sinrazón nazi, en la hipocresía de las relaciones internacionales y en la maldad que pudre a los seres humanos más que algunas maldiciones que logran contrarrestarse.
    Así pues, no puedo dejar de recomendar La marca de la luna, una novela escrita con un magnífico pulso, un maravilloso estilo, que mezcla géneros, lugares, temas, pasajes históricos y personajes dispares con gran maestría, que habla del valor de ser uno mismo y la necesidad de encontrarse y creer en sí mismo y, sobre todo, que cuenta una historia tan interesante como deliciosa.
     Nos seguimos leyendo.

Agradezco a la editorial el envío de este ejemplar tras el sorteo organizado por Un lector indiscreto.
   Incluyo este libro en los siguientes retos:
  •  Reto Genérico: 24 (1/1 exóticos)/40 
  •  Reto 25 españoles: 24/25
  •  Reto Autores de la A a la Z: N 14/24
  

miércoles, 27 de mayo de 2015

"Confesiones de una heredera con demasiado tiempo libre", de Belén Barroso: un libro divertido lleno de sarcasmos y guiños

http://www.planetadelibros.com/confesiones-de-una-heredera-con-demasiado-tiempo-libre-libro-188951.html


Título: Confesiones de una heredera con demasiado tiempo libre
Autora: Belén Barroso
Editorial: Espasa
Género: novela, metaliteratura, humor
Páginas: 320
Publicación: 3/3/2015
ISBN: 978-84-670-4341-9

 Querida lectora, lector, o dependiente de la librería que está colocando el libro:   ¿Eres tú una de esas miles de personas que se emocionan cuando se habla de tacitas de té, vestidos de corte imperio y damas de compañía? ¿Te gustaría tener una tenacilla para los rizos y poner «Mr. Darcy» en todas las hojas de tu carnet de baile? ¿Dónde se podrá encontrar hoy en día un carnet de baile? ¿Y un Mr. Darcy?  ¿Qué te parecería entonces una historia que transcurre en Pasley Manors, una mansión en medio de la campiña inglesa (¿dónde si no?), protagonizada por una joven y rica heredera que ahora mismo está escribiendo una carta sentada frente a la ventana, a través de la cual cree vislumbrar su futuro y al lechero aguando su mercancía?  Aquí la tienes, servida, por supuesto, en bandeja de plata abrillantada hasta hacer daño en los ojos por el imponente mayordomo de Pasley Manors. Gracias, Branson, eso es todo, puede retirarse.
   Soy de esas personas que piensan que es infinitamente más difícil hacer reír que hacer llorar, pero que cuando uno consigue despertar una sonrisa, una risa o una carcajada la sensación es única y hay una conexión realmente especial entre el que ríe y quien le ha hecho reír. Por eso me gusta mucho hacer reír cuando cuento un cuento y recurro al humor como una estrategia mágica que me permite meterme el público en el bolsillo, aunque solo sea durante unos segundos. Y por eso también no suelo leer novelas de humor, porque me parece tan difícil conseguirlo que al final muchos de estos libros que pretenden hacerte reír y  no lo logran me resultan vacíos, sosos. Ojo, no estoy diciendo que yo sea una maga del humor y consiga lo que otros no logran con solo mover mi varita mágica. Lo que estoy haciendo es valorar a quienes lo consiguen, porque sé cuánto cuesta.
    Todo este rollo para decir que Belén Barroso es de las que lo consiguen. Ha logrado escribir una obra divertida, amena, fácil de leer y francamente entretenida, recreando el universo de las novelas de Jane Austen y su época. Así pues, la Inglaterra de la Regencia protagoniza esta sarcástica parodia llena de guiños, de humor... y de mala leche.
     Por cierto, esa es la razón por la que la incluyo en el mes de la metanovela: no hay muchas referencias explícitas a esta literatura pero sí hay un afán por mimetizarse con ella, por recrearla y por parodiarla. Creo que las referencias son muy sutiles y hace falta conocer a fondo ese género y sus autores para darse cuenta; o sea que no dice "Como diría Jane Austen" o "como el personaje de Emma"... pero la cercanía a esas obras está ahí, en la caracterización de determinados personajes, en la similitud de alguna trama o escena, en algún nombre...   Elzbieta Sklodowska habla en su La parodia en la nueva novela hispanoamericana (1960-1985) de varias opiniones de críticos sobre si la parodia es un tipo de metaliteratura o no. Para algunos lo es mientras que para otros no está tan claro. Yo creo que para parodiar una obra literaria hay que conocer sus mecanismos, sus técnicas narrativas, sus clichés, la construcción de sus personajes, la manera de presentarlos, la forma que se le da a los diálogos... Y no solo conocerlo, hay que trabajarlo hasta conseguir darle la vuelta y lograr humor donde antes solo había seriedad. Es lo que hizo Cervantes con los libros de caballerías. Es verdad que el lector puede no percibir esa reflexión del autor sobre el género pero sí percibe la parodia, así que creo que, aunque sea inconscientemente, es capaz de ver que las convenciones de un género se han roto en la obra paródica para generar humor.
     Y Belén Barroso lo consigue: logra meternos de lleno en el ambiente de aquellas novelas, plasmar sus personajes y diálogos y recuperar esos argumentos llenos de damas en busca en marido en bailes y reuniones sociales. Pero le da una vuelta de tuerca hasta conseguir que la ironía, la sátira e, incluso, el sarcasmo (a veces muy cruel) nos hagan ver ese ambiente de otra manera.
    El argumento se desarrolla a través de una serie de cartas de nuestra aburrida heredera a su "Querida Edwina"; cartas, no obstante, construidas al más puro estilo de los guiones de televisión que dejan los capítulos colgando de tremendos cliffhangers que te hacen volver al día siguiente. Con la excusa de la hora de llegada del cartero o del peso de la carta, las historias se van fragmentando en capítulos cortos que facilitan la lectura y que crean una suerte de misterio o intriga que choca con las vidas bastante planas de los protagonistas y que incide en esa sensación de parodia general.
    Planos son también los personajes, pero no en el mal sentido: en una obra como esta poco sentido tendrían personajes complejos, con una evolución extraordinaria y sesudas reflexiones sobre la vida o el ser humano. Lo que necesita una obra como esta son personajes arquetípicos que nos resulten fácilmente identificables con los clichés y estereotipo del género y que cumplan sus funciones: añadir un elemento de intriga, incrementar la burla, dar un toque de frivolidad o encarnar los papeles de galán y enamorada que pide el género.
    Creo, pues, que Belén Barroso sabe mezclar a la perfección los ingredientes necesarios para conseguir una parodia llena de humor y sarcasmo. Una obra que, además de divertida, es fácil de leer y muy entretenida y cuyo atractivo se completa con unas encantadoras ilustraciones de estilo vintage (como diría alguno de los personajes).
     Nos seguimos leyendo.


Agradezco a la editorial el envío de este ejemplar.
   Incluyo este libro en los siguientes retos:
  •  Reto Autores Noveles: 2 
  

lunes, 25 de mayo de 2015

"La montaña del alma", de Gao Xingjian: un viaje terrenal y espiritual por China

http://www.megustaleer.com/libros/la-montana-del-alma/P994133


Título: La Montaña del Alma
Autor: Gao Xingjian
Traducción: José Ramón Monreal y Liao Yanping
Editorial: Ediciones del Bronce
Género: novela
Páginas: 576
Publicación: 2001
ISBN: 9788499894133


  «Borges dijo que el Premio Nobel servía para publicitar a escritores poco conocidos. En este caso, la Academia Sueca nos ha hecho un favor premiando al autor de un libro formidable por su belleza y su simplicidad.»
  Christopher Domínguez Michael, Letras Libres
  El protagonista de este cuento de cuentos es un escritor chino a quien el azar le muestra su destino en un vagón de tren. A través de un desconocido descubre la existencia de la Montaña del Alma. Se propone entonces dedicar su tiempo, su aliento y su vida a encontrar esa montaña para conquistarla y desvelar sus secretos, abandonándose a los recodos del camino, al polvo de los vehículos, a las fábulas de los viejos moradores de las aldeas y a la ensoñación que preña las brumas de los altos picos. En su largo recorrido, el autor avanzará por la geografía, la tradición y la cultura chinas en pos de un objetivo tan sublime como inalcanzable: descifrar el sentido de nuestra identidad.
  Gao Xingjian fue testigo y víctima de la Revolución Cultural China. Su obra fue objeto de censura por parte del gobierno chino a mediados de la década de los ochenta y hubo de emigrar a Francia. En el año 2000 recibió el Premio Nobel de Literatura, convirtiéndose en el primer escritor chino en conseguirlo.
  Este es uno de esos libros difíciles de leer con los que una se topa en la vida. Y lo es por dos motivos: uno, el contexto histórico y social en el que se desarrollan sus páginas (China, sus regiones, sus pueblos, sus etnias, sus usos, sus tradiciones, sus leyes, su historia, sus deudas históricas, sus mitos, su idiosincrasia...) y, en segundo lugar, la propia estructura y el juego literario que el autor realiza en esta obra. Vamos por partes.
     El primer escollo se me ha hecho arduo. Confieso que poco sé sobre China, su historia, su geografía, sus lenguas y sus etnias. Y sobre ello va esta novela. Porque aunque el tema del que parte la obra sea el viaje (o los viajes) que emprenden el Yo y el Tú que la protagonizan, creo que su gran tema es China. De hecho, ya se dice en la sinopsis del libro: este es el gran libro sobre China. Y añado yo: el gran libro sobre China escrito por un autor chino y dirigido a lectores chinos. ¿Por qué digo esto? Porque hay muchísimas referencias que se nos pierden a los occidentales (o, por lo menos, a los occidentales no expertos en el país y sus gentes, como yo). El autor habla de muchísimos hechos históricos que es fácil desconocer, investiga en un folklore del que nosotros sabemos la mitad de la mitad, ahonda en ritos y costumbres que nos resultan incluso chocantes, cita personajes históricos de los que nunca hemos oído hablar o, creo yo, incluye determinadas críticas a un sistema político y burocrático que son difíciles de codificar para el lector que no conozca ese sistema. Las notas explicativas a pie de página son pocas (para lo que yo creo que necesita este libro) y, por lo tanto, resulta difícil aprehender el significado global de la obra. De hecho, es uno de los mayores problemas que hemos tenido en el club: no sentíamos abrumadas por la cantidad de datos y referencias que desconocíamos y, al final, nos quedaba la sensación de que nos estábamos perdiendo algo (o casi todo, vamos).

METALITERATURA Y JUEGO LITERARIO 


   El segundo escollo a mí me ha parecido más divertido, porque ya sabes que me encanta la metaliteratura y el juego literario. Ese segundo escollo viene dado por la estructura de la novela y por los protagonistas de cada capítulo. Casi de forma alterna, las voces de un Yo y un Tú se van sucediendo a lo largo de la novela. O sea, que el libro está escrito en primera persona y esa persona escribe determinados capítulos sobre sí mismo (yo) y determinados capítulos habla de un tú del que nos va contando las peripecias que le ocurren.
   ¿Quién es Yo y quién es Tú? La respuesta será una incógnita durante buena parte de la novela hasta que 52 se nos desvela que "tú sabes que no hago nada más que hablarme a mí mismo para distraer mi soledad". Así que toda la parte de Tú parece ser una historia que Yo se está contando a sí mismo. Pero Tú ha cobrado independencia a lo largo del relato y ha llegado a crear una Ella no inventada por Yo. O sea, un caso de "nivola" total. Es más, en el capítulo 72 incluso habla de si su propia novela puede llamarse así o no, puesto que rompe con muchas de las convenciones propias de la novela (en los personajes y el argumento, por ejemplo). Es decir, otro capítulo totalmente unamuniano.
     Este capítulo supone también una reflexión sobre la relación de uno con los demás y, por tanto, sobre la esencia humana, sobre la identidad, algo en lo que se incide en muchas partes de la novela. Dice el narrador: "El 'yo' apareció muy al comienzo a causa del miedo a la muerte; lo ajeno al 'yo' se transformó en lo que se denomina el 'tú'. El hombre era entonces incapaz aún de temerse a sí mismo, su conocimiento de sí no provenía más que del otro. [...] La tercera persona que no tiene relación directa con el 'yo' y el 'tú' es el 'él'. Y el 'él' no parece sino de forma paulatina. Más tarde, he descubierto que ocurre otro tanto con el 'él': fue la existencia de seres diferentes la que hizo retroceder la conciencia del 'yo' y el 'tú'. El hombre ha ido olvidando paulatinamente su 'yo' en la lucha por la vida con el prójimo y, sumergido forzosamente en el mundo finito, ya no es más que un granito de arena".
      La metaliteratura no está solo en ese juego y en esa estructura sino, también, en la reflexión sobre el lenguaje y cómo contar historias. 'Yo' es escritor y, como tal, habla en muchas ocasiones de cómo escribir, de cómo armar una trama, del lenguaje más adecuado para contar una historia... Además, describe su experiencia como escritor y nos presenta a varios personajes que vienen a pedirle ayuda para lanzar su carrera literaria. Pero no solo eso: 'Yo' hace un larguísimo viaje, una investigación sociológica, cuyo objetivo es recoger testimonios, tradiciones, mitos, leyendas, cuentos y pedazos de vida de los diferentes habitantes de China. Hay, pues, un gusto también por el folklore, por las historias corrientes que le pasan a la gente normal pero también por aquellas que se convierte en tótem cultural, en referencia, en leyenda. De ahí que en la sinopsis se habla de esta novela como un cuento de cuentos: son innumerables los relatos, las historias, los cuentitos, las leyendas, las anécdotas, los mitos y las referencias históricas que se suceden a lo largo de la novela. Algo que a mí me ha encantado pero que a otras lectoras del club les parecía que rompían el hilo de la novela que estamos leyendo.

NOVELA IMPRESIONISTA


   Un hilo, por otro lado, muy sutil, trenzado solo por la excusa del viaje, que nos va permitiendo conocer paisajes, costumbres, reflexiones y personas. El resultado es la sensación de una novela impresionista, hecha con retazos e impresiones, tanto en la forma como en el contenido: en el contenido, por la sucesión de historias, lugares y personajes; y en la forma, por los capítulos cortos, el intercambio de voces narrativas, diálogos sin guiones... Todo ello unido a una gran cantidad de descripciones que no son largas pero sí abundantes y que refuerzan esa idea de impresionismo, de mostrar pinceladas más que dibujar, que he tenido mientras leía el libro.
  Finalmente, no puedo dejar de hablar de una de mis obsesiones, muy presente en esta novela: la presencia de la mujer. Como personaje, la mujer tiene poca presencia, más allá del "Ella" del que hablaba antes. Pero en las historias que se van contando a lo largo de la novela hay una continua reflexión sobre las relaciones entre hombres y mujeres y un reflejo de la situación de la mujer en la China que retrata Xingjian. La mujer queda, así, representada tanto en su papel social como en su papel íntimo, puesto que son muchas las referencias a las relaciones sexuales y amorosas.
     En definitiva, un libro difícil de leer y que no se puede recomendar a la ligera. De hecho, solo hemos logrado terminarlo tres de las lectoras del club y más por empeño personal que por estar disfrutando del viaje, aunque, eso sí, las tres reconocemos que tiene pasajes muy bellos, historias fascinantes y un estilo muy trabajado y medido.
     Nos seguimos leyendo.

   Incluyo este libro en los siguientes retos:
  •  Reto Genérico: 25 (2/2 exóticos)/40 
  • Reto Autores de la A a la Z: X 15/25
  

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