sábado, 31 de agosto de 2013

Balance agosto y #retoseptiembre

  Agosto no ha sido lo que esperaba respecto a las lecturas programadas pero... ¡qué bien me lo he pasado! En fin, no se puede tener todo en esta vida: o lees o sacas tiempo para compartir con Mickey Mouse. Podría haber leído mientras hacía las largas colas de Eurodisney (doy fe de que vi a un hombre haciéndolo y pensé "¡este es de los míos!!!") pero ¿qué quieres que te diga? Íbamos en familia y la familia que hace cola unida, permanece unida. O esperamos todos o no montamos. Así que a esperar estoicamente. Pero claro, tanta espera ha tenido una repercusión muy negativa en mi reto de agosto. En fin, he hecho lo que he podido...
  1. Sí terminé Nacer mujer en China, de Xinran Xue (me faltaban 156 páginas)
  2. También terminé 80 melodías en amarillo, de Vina Jackson (me quedaban 268 páginas)
  3. Y he leído: Si todos los tréboles fueran de cuatro hojas, de F. J. Vizcarra (164 páginas aprox.). Publicaré la reseña en septiembre porque tiene un toque metaliterario.
  4. El haiku de las palabras perdidas, de Andrés Pascual (544 páginas)
  5. Lo que moja la lluvia, de Adriana Abenia (280 páginas), cuya reseña también he reservado para el Mes de los Libros sobre Libros.
  6. Contrato con Dios, de Juan Gómez-Jurado (440 páginas)
  7. El tiempo entre costuras, de María Dueñas  (640 páginas) 
  8. El pantano de las mariposas, de Federico Axat (496 páginas) En su lugar he leído La verdad sobre el caso Harry Quebert, de Joël Dicker, siguiendo la propuesta de lectura simultánea de Laky (672 páginas).
  9. La suerte de las marionetas, de Lucas Barrera, para la lectura conjunta organizada por Raquel Antúnez (460 páginas, de las que llevo 184 páginas
  10. )
  11. La mujer que llora, de Zoé Valdés (384 páginas). En su lugar he empezado Prohibido excavar en este pueblo, de Óscar Fábrega, aunque he avanzado muy poquito todavía.
  12. Una misma noche, de Leopoldo Brizuela (288 páginas) 
  13. Los cuentos, como yo los entiendo, de Susana Rodríguez (236 páginas) 
  14. Kafka en la orilla, de Haruki Murakami (720 páginas)
     En fin, que agosto se me ha dado un poco mal, así que tendré que ponerme las pilas en septiembre, para sacar los atrasos de este reto no superado.


8 / 13 libros. ¡62% conseguido!

3.348 / 5.076 páginas. ¡66% conseguido!

  Septiembre será el Mes de los Libros sobre Libros (si te has sumado, como yo, a la propuesta conjunta que te hemos hecho Momentos de Silencio Compartido, Libros que hay que leer y yo misma), así que muchas de mis lecturas de este mes serán metaliterarias. Además, tengo bastantes compromisos que quiero cumplir y sigo sumando algunos tochos al Reto Desafía tu estantería, entre otros retos. Total, que los libros que espero leer en septiembre son:
  1. Terminar La suerte de las marionetas, de Lucas Barrera (me faltan 276 páginas)
  2. Acabar Prohibido excavar en este pueblo, de Óscar Fábrega
  3. La mujer que llora, de Zoé Valdés (384 páginas)
  4. Una misma noche, de Leopoldo Brizuela (288 páginas) 
  5. Generación EGB, de Javi Nieves (208 páginas)
  6. En tierra de lobos, de Luis García Jambrina (208 páginas)
  7. La muerte llega a Pemberley, de P. D. James, para el Mes de los Libros sobre Libros (336 páginas)
  8. Solo un pie descalzo, de Ana María Matute (272 páginas)
  9. Grandes esperanzas, de Charles Dickens, para el Reto Desafía tu estantería, para el Reto 10 clásicos (que lo tengo muy abandonado) y para el Reto 12 meses 12 libros (624 páginas)
  10. La vida cuando era nuestra, de Marian Izaguirre, para el Mes de los Libros sobre Libros y para el Reto Porque sí (416 páginas)
  11. Rayuela, de Julio Cortázar, para el Mes de los Libros sobre Libros y el Reto Desafía tu estantería (754 páginas)
  12. Lo que encontré bajo el sofá, de Eloy Moreno, para el Club de Lectura organizado en Facebook por Qué locura de libros (320 páginas)
  13. La primera vez que no te quiero, de Lola López Mondéjar (272 páginas)
  ¡¡Ufff!! Me lo he puesto difícil al final entre unas cosas y otras. En fin, a ver si soy capaz, sobre todo porque Rayuela me da muuuucho miedito. En total son 4.358 páginas, sin contar las de Prohibido excavar en este pueblo, que como es epub no he conseguido descubrir en ningún sitio el número de páginas que tiene. Veremos qué tal se da.

BALANCE DE RETOS


  
  • Reto Desafía tu estantería: 4/5->80%
  • Reto 12 meses 12 libros: 8/12 -> 67% 
  • Reto Autores de la A a la Z: 23/29 -> 79%
  • Desafío 100 libros: 81/100 ->81%
  • Reto Sumando: 2027/2013 -> 101% ¡SUPERADO!
  • Reto Murakami: 2/5 40%
  • Reto Juan Gómez-Jurado: 2/3 -> 67%
  • Reto Negro y criminal: 12/15 -> 80%
  • Reto Capitán Alatriste: 4/7 -> 57%
  • Reto Seamos Realistas: 2
  • Reto 10 clásicos: 3/10 ->30%
  • Reto Porque sí: 1/5 ->20%
  • Reto Rayuela: 0/1-> 0%              
  Este mes he conseguido superar uno de los retos que más miedo me daba, el de Momentos de Silencio Compartido, el Reto Sumando 2013, así que estoy muy contenta. Y haciendo balance general... pues algunos los llevo muy bien pero otros me da que no los voy a terminar, como el Reto 10 clásicos que se me está quedando muy muy retrasado. En fin, ya veremos qué pasa en diciembre.
    Nos seguimos leyendo.

viernes, 30 de agosto de 2013

BBF #49: "La suerte de las marionetas", de Lucas Barrera

  
   Hace mucho... mucho tiempo, Raquel Antúnez propuso hacer una lectura conjunta de esta novela. Por aquel entonces, estuvo gratis en Amazon, así que me apunté, porque me pareció que podía ser interesante. Han pasado más de dos meses desde entonces y por fin me he puesto con ella. La verdad es que el comienzo no puede ser más inquietante. 

 BBF#49

El hombre era alto y delgado. Nadie pudo precisar por qué calle había accedido a la plaza. Sin embargo, después, hubo muchos testigos de que no había nada especialmente extraño en él. Iba vestido elegante, con un esmoquin negro al estilo decimonónico, eso quizás habría sido lo único llamativo. Eso habría sido lo único si no hubiese llevado la cara cubierta por una máscara completamente blanca que simulaba el rostro de un mimo, coronada con un sombrero de copa. (“La suerte de las marionetas, Lucas Barrera)
  De momento, me tiene atrapada. Ya te contaré qué me parece al final. 
     Nos seguimos leyendo.

jueves, 29 de agosto de 2013

"Poemas", de Ángel González: una vida hecha poesía

   Siempre es un buen momento para recordar a Ángel González, uno de mis poetas favoritos. Así que rescato la reseña que publiqué en Anika entre Libros para animarte a leer unos poemas llenos de sensibilidad que, bajo su aparente sencillez, transmiten un sinfín de sensaciones.



POEMAS
(Poemas, 1980)
Ángel González

Editorial Cátedra
Colección Letras Hispánicas
© Cátedra
1ª Edición, 1998 (5º edición aumentada)
13º edición. 2007
Género y tags: Poesía, poesía del conocimiento, Segunda generación de posguerra, Generación de los 50, generación del medio siglo, Guerra Civil, posguerra, ironía, metapoesía, humor, memoria, autoantología, literatura española
ISBN: 9788437602363
224 Páginas

    Argumento:


   El propio autor eligió para elaborar este volumen sus poemas más significativos, aquellos que mejor le definen como poeta y como persona. Así, encontramos en estas páginas las composiciones que mejor muestran su manera de entender (y juzgar) el mundo, sus recuerdos infantiles y juveniles (empeñados por la posguerra), sus vivencias amorosas y hasta su concepto de la poesía: un muro en blanco sobre el fijar carteles, escribir declaraciones de amor, hacer grafitis… y hasta tirar escombros.

Opinión:
 

   Cuando uno ha crecido en la posguerra, hay vivencias y sentimientos que no se olvidan. Más aún si, como el propio autor explica en el prólogo de esta autoantología, vivió en el seno de una familia del bando perdedor. Por eso, la tristeza de la guerra, de sus consecuencias, de sus muertos y sus decepciones está tan presente en sus poemas. Pero son poemas pacíficos, llenos de recuerdos rescatados desde la óptica infantil que veía a su madre huir de la tormenta como quien huye de los bombardeos. Eso sí, detrás de la inocencia, detrás de la sencillez, subyace la crítica, el mensaje recriminatorio para quienes convierten a los ciudadanos en muertos o en mendigos hambrientos.
   Uno de los recursos más frecuentes para conseguir esta denuncia es la ironía, ironía que a veces llega a convertirse en auténtico humor (aunque no se quite de encima ese rastro de tristeza y amargura). Tal y como explica el propio González en el prólogo del libro, la ironía era, durante la posguerra, la mejor herramienta para burlar la censura: los censores muchas veces no se tomaban la molestia de reconstruir el significado real que subyace en el poema. O tal vez, su inteligencia ni siquiera fuera capaz de hacerlo. Pero el lector sí que lo hacía. Sí que lo hace. De ahí que la ironía llegase y se instalase en los poemas de Ángel González, convirtiéndose en una de sus señas de identidad. Humor e ironía nacen, a veces, de situaciones sorprendentes, de paradojas, del recurso a la fantasía, del equívoco que produce en el lector el relato de una situación como si fuera otra.
   La presencia del autor es constante. Desde el uso de su propio nombre (“Para que yo me llame Ángel González”) hasta la aparición de familiares y parientes, pasando por la percepción que los críticos literarios tuvieron de su obra, el poeta firma y protagoniza muchos de los poemas. Sus recuerdos son el tema de muchos de ellos, confirmado así que no se puede hacer Historia sin historias, que escribe su historia pero contando la Historia de un país, en un tiempo determinado.
   El choque entre lo real y lo ideal, entre lo que es y lo que debería ser; los juegos de palabras, los dobles sentidos, la identificación entre una situación trivial y un momento existencial desgarrador (el fin de las vacaciones y la emigración, por ejemplo) y el reírse hasta de uno mismo como filosofía vital dan cuerpo a unos poemas entresacados de sus obras más destacadas.
   La poesía de Ángel González es ingeniosa, es divertida y triste al mismo tiempo, es paradójica, es un juego en el que hay que participar. “Poemas” constituye un repertorio que viaja desde el recuerdo infantil hasta la decepción nihilista, pasando por el amor como sostén vital o la crítica social, política y religiosa. Es, pues, un abanico de posibilidades, un catálogo de sentimientos, un índice de recursos poéticos, una nómina de momentos irrepetibles. El más puro reflejo de cómo la historia personal y la Historia común están hechas del mismo material básico: el ser humano, la sangre que se repite. 
  Nos seguimos leyendo.

miércoles, 28 de agosto de 2013

Nueva sección: el booktrailer de la semana

  Cada lector tiene sus propios motivos para elegir un libro. Siempre se dice que no se debe juzgar a un libro por su portada y, aún siendo cierto, la verdad es que hay portadas que te enamoran sin que sepas una palabra del contenido que guarda dentro. Lo mismo ocurre con algunos títulos. Muchas veces no hace falta llegar a la sinopsis para que un libro te atrape.
   De un tiempo a esta parte, cada vez son más los autores o las editoriales que dan a conocer sus obras a través de un booktrailer, un pequeño anuncio gráfico hecho para incitar la curiosidad del lector. Hay algunos realmente interesantes y bien hechos, que cumplen a la perfección su cometido. Por eso, porque cada vez hay más y están mejor hechos y porque se están convirtiendo en una herramienta más para hacer una primera valoración de un libro, he decidido empezar a colaborar con Book Movies e ir trayendo hasta el blog booktrailers de diferentes obras.
   Para cada nuevo booktrailer haré una entrada en la que incluiré, además del tráiler en sí, información útil sobre el libro, como la portada, la ficha técnica y la sinopsis.
   Comienzo hoy con un libro del que he oído cosas maravillosas, que está en mi lista de pendientes desde hace unos meses y que leeré no tardando demasiado, porque la biblioteca de Azuqueca tiene previsto un encuentro con el autor para el año que viene. Así que creo que voy a disfrutar mucho con Kirmen Uribe y su novela. Ya te iré contando. De momento....

 LO QUE MUEVE EL MUNDO, DE KIRMEN URIBE

 


 
 TÍTULO: Lo que mueve el  mundo
 AUTOR:  Kirmen Uribe
 EDITORIAL: Seix Barral
 Fecha de publicación: 12/03/2013
  240 páginas
 ISBN: 978-84-322-1547-6


  SINOPSIS:

En mayo de 1937, tras el bombardeo de Gernika, miles de niños vascos partieron del puerto de Bilbao rumbo al exilio. Entre ellos se encontraba Karmentxu, una niña de ocho años que fue acogida en Gante, Bélgica, por el escritor Robert Mussche. La vida de Robert cambiará con la llegada de la niña, su implicación en la resistencia durante la Guerra Civil y el advenimiento de la Segunda Guerra Mundial.
Heredera de Sostiene Pereira de Tabucchi o El último encuentro de Sándor Márai, esta novela es la historia que el propio autor le cuenta a su mejor amigo, recientemente fallecido, «la historia de un héroe anónimo, de esos que vemos por la calle».
La voz cálida que da forma a Lo que mueve el mundo susurra lo esencial para recuperar lazos familiares perdidos, en un relato que hilvana las escenas, guarda los silencios del olvido y recrea el instante fugaz con la sensibilidad, la ternura y el talento narrativo de Kirmen Uribe.
              
  ¡Qué ganitas de leerlo! ¡Qué bien pinta! Y lo que cuenta el autor en el booktrailer no hace sino aumentar mis ganas. A ver si le hago hueco pronto.
  Nos seguimos leyendo.

Reto Porque sí: yo también intentaré darme un caprichito al mes

 
  Tiene toda la razón Laky (como siempre): desde que el blog se ha puesto serio, leo menos libros porque sí y más por compromisos. Que es verdad, también, lo que ella dice: que aún siendo compromisos, me he comprometido a leerlos porque he visto algo en esos libros que me atraía, o sea, que creo que me van a gustar, que me apetece leerlos... pero al final la lista de compromisos es tan grande que voy dejando rezagados casi casi sine die los nuevos "caprichitos" que me van surgiendo. Así que voy a ver si le pongo remedio: voy a intentar sumarme a su Reto Porque sí e intentar leer cada mes uno libro solo porque me apetece mucho hacerlo.
   De momento, este mes lo he hecho: tenía una lista programada y, la verdad, no iba demasiado bien... pero se cruzaron en mi camino la locura de Laky y Harry Quebert... ¡y a tirar millas! Así que mi primer libro "porque sí" es La verdad sobre el caso Harry Quebert, de Jöel Dicker. Continuaré mi lista (que espero que siga con La vida cuando era nuestra, de Marian Izaguirre, en septiembre) en esta misma entrada.
   Nos seguimos leyendo.

LIBROS LEÍDOS:


- Agosto: La verdad sobre el caso Harry Quebert, de Jöel Dicker
- Septiembre: La vida cuando era nuestra, de Marian Izaguirre
- Octubre: Azul Vermeer, de Mar Mella
- Noviembre: Mientras pueda pensarte, de Inma Chacón
- Diciembre: La mujer de mi vida, de Nicolas Barreau

martes, 27 de agosto de 2013

"El tiempo entre costuras", de María Dueñas: una ambientación de lujo para una trama que no decae




Ficha técnica:


Título: El tiempo entre costuras       Autora: María Dueñas
Editorial: Círculo de Lectores                                         Género: novela histórica, novela de espionaje  Páginas: 640
Publicación: 2009    ISBN:  9788467239928

Sinopsis (editorial):


  Nadie imaginaba que Sira Quiroga, una sencilla modista madrileña, pudiera abandonar a su novio formal poco antes de contraer matrimonio para unirse a un hombre al que apenas conoce, una decisión que cambia su vida para siempre. Sira lo abandona todo y huye a Tánger con su nuevo amor, justo antes del levantamiento. Tardará años en poder volver a España. Sola y acuciada por las deudas, la joven se forja una nueva identidad en Tetuán, capital del Protectorado de Marruecos, una ciudad mundana donde se dan cita aventureros, impostores y aristócratas de todo el mundo. Aquella inocente chica de barrio descubre el desamor y la traición y se convierte en una mujer sofisticada y elegante que bebe champán francés y taconea por los vestíbulos de lujosos hoteles. una mujer capaz de llevar a cabo una peligrosa misión en uno de los momentos más delicados de la historia europea, cuando la guerra está próxima y nadie confía en nadie.
   Hay una rama de la investigación literaria, la Estética de la Recepción, que se ocupa de analizar cómo el lector recibe una obra literaria. Uno de sus conceptos básicos es el de "horizonte de expectativas", que son todas aquellas ideas previas (opiniones propias a priori basadas en aspectos externos, como la portada o el título, o en internos, como comentarios o reseñas leídas; conocimiento de la trama, proyecciones sobre lo que ocurrirá y sobre los personajes, etc.) que uno se hace antes de empezar a leer cualquier obra literaria. Así pues, esos horizontes los conforman elementos individuales (el bagaje cultural y personal de cada uno, los gustos propios, nuestras lecturas previas, nuestro baremo a la hora de valorar las obras...) y colectivas (las tendencias literarias de cada momento, las opiniones mayoritarias, los comentarios, las recomendaciones, el canon literario, lo que la sociedad considera buena o mala literatura, la historia de la literatura que nos enseñan en el colegio o en el instituto...). Con todo ello, siempre nos formamos una idea previa de lo que vamos a encontrar en un libro y hacemos un cálculo a priori sobre si nos va a gustar y cuánto. Y por eso en muchas reseñas se dice eso de "había oído hablar mucho de este libro pero a mí no me ha llegado" o "esperaba más de este libro, por todo lo que había leído sobre él, pero mis expectativas no se han cumplido". 
    Creo que El tiempo entre costuras es un libro más que apropiado para hablar del horizonte de expectativas: después de cuatro años de éxito de ventas y críticas y opiniones positivas, cualquier lector que hoy se enfrente a la obra esperará una novela casi redonda, maravillosa, inolvidable. Luego, la lectura irá encargándose de convertir esas expectativas en resultados... o no.
   Personalmente, mi horizonte de expectativas no se ha visto satisfecho. Quizá la culpa la tengan esa cantidad de opiniones positivas que he leído en estos años, las recomendaciones personales, el hecho de que María Dueñas se haya convertido en una escritora de renombre o el que todo el mundo decía que El tiempo entre costuras es muy superior a Misión Olvido, novela que yo sí había leído. En lo personal, también han tenido que ver mis lecturas previas, la literatura que he leído antes y, sobre todo, mi tesina y mi fijación por las lecturas de género que encuentro en cada novela.
     Siendo todo esto así, he de decir que El tiempo entre costuras me ha gustado, vaya eso por delante. Quizá no tanto como esperaba (esperaba un libro cinco estrellas y me he encontrado con uno de cuatro, que no está nada mal, por supuesto, pero es que mis expectativas estaban tan altas...) pero he pasado horas muy muy agradables en su compañía, a pesar de algunos pasajes que me han chirriado un poco (como uno de los momentos finales, en los que ejerce de puente entre alemanas y portuguesas. Pero... ¿no tenía un nivel básico de alemán? ¿Y sabe portugués, o solo lo entiende por cercanía al español? ¿Y aún así, y mientras intenta que la conversación no decaiga con tales deficiencias lingüísticas, es capaz de enterarse de lo que hablan los hombres y memorizar datos, nombres y lugares? Y encima lo hace divinamente. No sé, a mí ese episodio me resulta un poco inverosímil, la verdad).
  Entre los aspectos que me han hecho disfrutar de la historia está, por ejemplo, que el ritmo de la narración no decae en ningún momento, el nivel de acción y de nudos se mantiene bastante constante (y bastante alto) durante toda la novela: siempre está ocurriendo algo, siempre hay un problema que solucionar, una misión en la que embarcarse, una propuesta que aceptar. No hay demasiados momentos de remanso por lo que el lector percibe que la vida está en constante construcción, que siempre pasan cosas interesantes que afrontar. No he encontrado momentos en los que la narración decaiga o de esos que llegan a aburrir, a la espera de que ocurra algo. Lo único que retarda la acción en esta obra es la minuciosidad con la que están contados los acontecimientos (la profusión de detalles y pasos que dar en cada nudo de la trama) y las abundantes descripciones que adornar la narración y ayudan al lector a contextualizar la acción en ese ambiente exótico y no siempre bien conocido.
    También me ha gustado la introducción del mundo de la costura en una obra literaria. Cuando yo era pequeña, mi madre cosía (no de un modo profesional, pero sí hizo algún que otro curso, así que sabía lo que se hacía), por lo que todo el universo de telas y patrones que dibuja Dueñas y todo ese léxico relacionado con sus técnicas, herramientas y materiales me ha resultado cercano y perfectamente integrado en el contexto de la obra, de tal manera que a veces da lugar a imágenes o metáforas muy bellas (las costuras del alma, las alfileres que le clavan por dentro cuando ocurre algo malo...).
    He de confesar que, aun gustándome mucho la trama, la protagonista no ha acabado de engancharme. Entiendo su manera de enfrentarse a la vida, pero no he logrado empatizar con sus problemas. Quizá me ha faltado algo más de introspección, quizá he echado de menos más análisis de sentimientos... No lo sé. Pero no he conectado con ella, no me he involucrado en sus idas y venidas y en más de una ocasión me he preguntado ¿y por qué hace esto ahora? Aún así, sí me ha gustado el gesto final de romper con su tendencia a seguir el dictado de otros o de los propios acontecimientos e intentar imponer su voluntad, hacer frente a lo que otros dictan para ella y tratar de construir su camino según sus propios criterios, deseos y necesidades.
    Entre los aspectos negativos (para mí, por supuesto) de la novela destaco dos. El primero son las lecciones de Historia, a veces metidas con calzador, incluidas en la novela. Hay momentos en los que he sentido que Historia e historia no estaban bien integradas, me han rechinado ciertos párrafos o, incluso, algún capítulo entero. Me ocurrió, por ejemplo, en el inicio de la tercera parte, cuando acaba la guerra y Sira empieza a hablarnos de un montón de movimientos políticos y reuniones en las altas esferas gubernamentales que, creo yo, es imposible que ella conociera en ese momento, ni siquiera a través de Rosalinda. En aquel momento, a Sira no le preocupaba especialmente la actualidad, o no había dado muestras de que le preocupe, y es imposible que Rosalinda sepa, ni siquiera por boca de Beigbeder, el devenir de algunas de las reuniones de Franco de las que se nos habla en esos primeros capítulos de la tercera parte. Mi sensación fue que Sira había cogido el libro de Historia y se había puesto a transcribirlo, sin más. La verosimilitud de la voz en primera persona de la novela se quebró, para mí, en esos capítulos y ahí empezó a deformarse mi horizonte de expectativas. No obstante, en otros momentos de la trama, la ficción y la realidad y los personajes inventados y los históricos están perfectamente integrados y las costuras que los unen se mantienen firmes aunque retires el hilván que los mantiene juntos mientras creas esa unión firme y duradera.
    El otro aspecto negativo en el que voy a incidir, un remate que, insisto, para mí sobra y recarga el resultado final, es el epílogo: la autora se demora contándonos el devenir de los personajes históricos (yo hubiera resumido un poco más esta parte) pero luego deja abiertos los caminos para los personajes de ficción. Mi opinión personal es que, para eso, no hagas un epílogo. Ya sabemos que les puede pasar una cosa u otra, que pueden pasar la vida juntos o separarse en el primer recodo del camino, eso ya me lo puedo imaginar por mí misma. Entonces, o me cuentas lo que tú, como creadora, has ideado para ellos o no me dices nada, porque para elucubrar ya me basto por mí misma. Yo hubiera eliminado ese epílogo y hubiera traspasado la frase final, la frase que salva el capítulo entero y que te hace cerrar el libro con un sabor dulcísimo en la boca, al último capítulo, porque lo que está claro es que esa frase tenía que aparecer en el libro, es la sentencia final, el leitmotiv de toda la novela, el McGuffin de la historia, el broche perfecto que te permite sacar un moraleja o una aplicación práctica para tu propia vida.
    Y una última pega, en este caso no relacionada con la novela en sí, sino con su edición o, al menos, con mi ejemplar: entre las últimas páginas, hay tres o cuatro con defectos de impresión y están llenas de manchitas de tinta que dificultan la lectura y afean una edición cuidada y costosa, lo que me da una rabia tremenda. Añado una foto para que veas a lo que me refiero.
 
  Por lo demás, me han seducido los ambientes y escenarios a los que María Dueñas nos traslada y también el momento histórico que elige para armar su trama. El estilo es pulcro, sencillo pero trabajado, e impecable. Hay personajes simplemente maravillosos, como esa Candelaria que se pone el mundo por montera y tira hacia adelante construyendo el mejor resultado posible con los mimbres que le va dando la vida. 
   De igual modo, creo que el trabajo de documentación de María Dueñas es más que loable y así lo demuestra la bibliografía final y también lo que cuenta en su página, web que me ha parecido muy interesante para saber más cosas sobre el proceso de creación de la novela, aspecto este que siempre me interesa conocer de cualquier obra. 
    En resumen, una novela interesante, escrita con un estilo impecable, en la que el ritmo no decae y que presenta una conjunción perfecta de personajes históricos y ficticios a través de una trama que une historia e Historia y que presenta aspectos y ambientes poco explorados de un capítulo de España más que conocido.   
   Nos seguimos leyendo.      

   Incluyo este libro en los siguientes retos:
  •  Reto 12 meses 12 libros: 8/12 
  •  Desafío100 libros: 87/100
  • Reto Desafía tu estantería: 3/5
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