viernes, 29 de marzo de 2013

"Arcángeles", de Lourdes Ortiz: visiones sobre la España de los 80 a ritmo de videoclip




















Ficha técnica:


Título: Arcángeles              Autor: Lourdes Ortiz 
Editorial: Plaza y Janés                                          Género: novela, novela experimental          Páginas: 206 
Publicación:  1986    ISBN: 84-01-38070-7

Sinopsis (editorial):


   Arcángeles es una meditación sobre el tiempo que mira de nuevo con ironía y algo de desgarro hacia aquellos que, hace veinte años, fueron protagonistas de su época. Pero Arcángeles no es sólo esa meditación, a veces nostálgica, sobre la traición o la renuncia, o sobre el paso del tiempo, sino que es, sobre todo, un viaje de iniciación que se desarrolla simultáneamente en dos niveles: iniciación del joven Gabriel a través del conocimiento en un recorrido que sigue inevitablemente un itinerario de búsqueda y descenso a los infiernos así como recapitulación perpleja de la novelista que, convirtiéndose así en protagonista, narrada a su vez, acompaña a Gabriel en ese recorrido, mientras busca el modo de contar ese nuevo modo de ver. Gabriel nos da, de esta forma, una nueva perspectiva, agobiada por las imágenes agresivas y demasiado rápidas de los años ochenta, y hay algo de la estructura del vídeo-clip en ese agolpamiento de sensaciones y colores.
  Durante la década de los 80 la literatura española fue abandonando progresivamente la experimentalidad de los 70 y acomodándose a una forma de contar más canónica desde el punto de vista formal, más centrada en la reflexión y el análisis (ideológico, sentimental, político, social...) que en la innovación estética. No obstante, algunos autores escribieron novelas experimentales o con algún elemento transgresor. Algunos autores, como Lourdes Ortiz en este libro, aunaron ambas tendencias: reflexionar sobre la sociedad en la que vivimos buscando formas narrativas diferentes.
    Externamente, Arcángeles está dividido en tres partes, de diferente extensión. La más amplia, la primera (que ocupa dos terceras partes del conjunto, aproximadamente), es la que mejor refleja esta combinación de tendencias. Existe un diálogo entre el protagonista, Gabriel, y la propia autora. Un diálogo que en ocasiones es real pero otras veces es solo literario y que incluye reflexiones sobre el devenir de la propia novela que estamos leyendo y hasta una entrevista en la que la autora desgrana su idea de la literatura, en un guiño metaliterario también muy frecuente en la época. Esta primera parte está construida a bases de imágenes muy rápidas, pinceladas literarias que nos van descubriendo diferentes aspectos de la sociedad española de los 80: la literatura, las drogas, la fiesta nocturna, la irreverencia y el afán de transgresión de la juventud, la homosexualidad, la ecología, el paro, el mundo universitario... La técnica que la autora pretende llevar hasta la literatura es la del videoclip: una sucesión de imágenes rápidas para dar una idea de conjunto global.
   Esas sugerencias están construidas a base de metáforas, imágenes poéticas, visiones surrealistas y referencias culturales de todo tipo (música, cine, literatura...). Sin olvidar, claro está, los guiños a la religión (empezando por el propio título de la obra y el nombre del protagonista) y la aparición de personajes de la mitología y la literatura clásica.
    La impresión que he sacado de esta primera parte es un poco dantesca: me ha dado la sensación que Lourdes Ortiz, como Virgilio, va llevando a Gabriel/Petrarca por diferentes escenarios cuya yuxtaposición configura una imagen global no del Infierno, el Purgatorio y el Paraíso, sino de la sociedad española de los 80.
    La segunda parte abandona esa atmósfera de irrealidad, de subjetividad, de abstracción, de viaje metafórico, para centrarse en la realidad de una serie de personajes de clase media-baja que luchan por salir adelante en una sociedad que no se lo pone fácil y que escenifican a la perfección el salto generacional que se produjo en la época, salto generacional potenciado aún más por el salto ideológico y político que tuvo lugar en España en las décadas de los 70 y los 80.
    En la última parte se funden las dos anteriores, ofreciendo una conclusión temática, de personajes y de reflexiones al conjunto de la novela. Una tercera parte que deja en la boca el regusto amargo de quienes esperaban más de los cambios que se produjeron en España, de quienes vivieron la parte menos idílica de esos cambios, de quienes sufrieron el paro, la renuncia a los sueños a cambio de un salario diario con el que sobrevivir, la amenaza de convertirse en una versión algo más moderna pero igual de desesperanzada de sus padres.
    Una obra, en definitiva, que sugiere más que cuenta, que hace pensar más que narra y que pone sobre el mantel una serie de cuestiones que protagonizaron una de las épocas más importantes de la Historia española más reciente.
     Nos seguimos leyendo.   

    He encontrado un artículo de El País con declaraciones en el que arroja algo de luz sobre sus intenciones al escribir esta obra. Lo enlazo por si te interesa.

4 comentarios:

  1. Este tampoco lo conocía...hay muchos libros que me enseñas y que no conocia! Gracias

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  2. Lidia
    un placer leerte tus comentarios muy buenos, buena pluma y me gusta esta novela como refleja a esa sociedad española
    bien yo tambien escribo pero nada de hacerlo porque he estudiado algo como literatura o algo asi, lo hago porque me agrada escribir como hablan los argentinos con sus modismos de todos los dias
    un abrazo, un gusto seguirte, Carmen la del personaje

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  3. Pues me gusta, me parece super interesante =)

    Besotes

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  4. Qué buenas entradas haces que siempre dejas con las ideas muy claras sobre lo que nos vamos a encontrar en el libro. En esta ocasión no me termina de llamar, así que lo dejarépasar. Pero gracias por la reseña.
    Besotes!!!

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