martes, 15 de enero de 2013

Al borde de la insumisión (lingüística)


   No sabes lo que me ha alegrado conocer una de las (para mí) grandes noticias de la semana pasada: la RAE reconoce su fracaso en las nuevas propuestas sobre la eliminación de la tilde en "solo" y "este". No sabes qué alivio. Y es que a mí me estaba costando Dios y ayuda escribir como “aconsejaba” la RAE en su nueva ortografía. Tanto que hasta escribí esta carta que tenía pendiente publicar en el blog.
   Estimados señores académicos de la lengua: 
  Yo lo intento, de verdad que lo intento... pero luego lanzo a la red frases como "este solo es..." y me entra la desazón. Señores académicos, es echar al vasto universo de Internet esas palabritas, angelicos míos, casi desnudicas sin sus acentos y es que me entran sudores fríos. 
   Que dicen ustedes en su nueva ortografía que “solo” o “este” (y  transcribo textualmente de Ortografía básica de la lengua española) “no deben llevar tilde según las reglas generales de acentuación, por ser palabras llanas terminadas en vocal” y yo lo entiendo, de verdad que lo entiendo. Pero luego me pongo... y no me sale. ¿Es por la crisis, señores académicos? ¿Hemos vivido por encima de nuestras posibilidades también en lo que a tildes se refiere?  ¿Es que ustedes proponen austeridad en los acentos como los demás nos la imponen en los euros? 
   30 años escribiendo y leyendo, ocho años corrigiéndolas en el periódico (vamos, que ya había desarrollado yo un filtro especial para detectarlas) y ahora me lo cambian, sin periodo transitorio, sin garantía de dos años, sin prueba y si no te gusta nos lo devuelve.
  Yo me hacía la longuis hasta que envíe un trabajo para el máster y la profesora me lo devolvió lleno de tachones, ¡a mí! que no pongo faltas, que nunca me quitaron puntos en los exámenes por mala ortografía... y me viene ese trabajo de vuelta como de la guerra, lleno de cruces rojas, de cicatrices encarnadas... que pensé que de un momento a otro iban a entrar los Geos por mi puerta a detenerme por inmolarme lingüísticamente. 
   Señores académicos, escribo con miedo. Sí, sí, como lo oyen. Con miedo a defraudarles, a no entenderme, a que no me entiendan. Con miedo a que venga mañana mismo una patrulla a detenerme porque en el ancho mar de Internet, todo se acaba sabiendo. Y quien pone faltas, también. 
   Al borde de la insumisión me hallo, señores académicos, como se lo digo. Al bordecico mismo.
    Menos mal que la sangre no ha llegado al río y que tenemos libertad para no seguir las recomendaciones de la RAE. Claro que ahora que ya he hecho el grandísimo esfuerzo de no poder las tildes donde hasta hace dos días correspondía… En fin, siempre es un alivio poder elegir. Como dice Andrés Neuman, solo no es igual que sólo… ni nunca lo será.
    Nos seguimos leyendo.

2 comentarios:

  1. Yo sí había hecho un esfuerzo y ahora no los acentúo, y supongo que así seguiré. No en vano soy traductor y cualquier editorial puede acogerse a las recomendaciones de la RAE y corregirme un texto en base a esos consejos de la Academia. Me alegra que reculen, para que así haya libertad, pero yo creo que seguiré como hasta ahora.

    Un besito y feliz lunes.

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  2. Joo.. menudo lío tenían. Lo de "este" no me había enterado pero se agradece igualmente. Con "solo/sólo" ya era bastante lioso. Yo creo que a veces lo escribía con acento aunque sabía que RAE decía que nones, otras sin acento y otras.. ni sé.. de tanto cambio!

    VEZOZ.

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