domingo, 30 de septiembre de 2012

Domingo de sorteos

    
    Como es un poco rollo publicar un post cada vez que me apunto a un sorteo, sobre todo porque te saturo de entradas que a lo mejor no te interesan demasiado, voy a coger la buena costumbre que corre por la blogsfera literaria de recopilarlos todos los domingos. Así que ahí van los sorteos en los que participo esta semana.

  •  Sorteo de Momentos de silencio compartido: "Palmeras en la nieve de Luz Gabás". Hasta el 14 de octubre. Bases: aquí.
  •  Sorteo 1er aniversario de Fantasía de papel: un libro por valor máximo de 20 euros. Hasta el 6 de octubre. Bases: aquí.
  • Sorteo Laberinto de Estrellas de El Blog de Franela: un libro a elegir. Casi no llego, acaba hoy. Bases: aquí.
   Ya te contaré qué tal me va.
   Nos seguimos leyendo.

viernes, 28 de septiembre de 2012

Book Beginnings on Friday. BBF#1: "La conquista del aire", de Belén Gopegui

   “Todo principio de relato es siempre una especie de contrato entre escritor y lector. Hay, por supuesto, toda clase de contratos, incluyendo los que son insinceros. A veces, el párrafo inicial actúa a la manera de un pacto secreto entre escritor y lector, a espaldas del protagonista” (Amos Oz, La historia comienza)

    Me encanta ese momento en que abres un libro nuevo y saboreas sus primeras palabras. Son un señuelo para que continúes paseando tus ojos por sus páginas, para que te quedes con la historia que propone, para que sueñes con sus protagonistas; una señal que marca el camino para el resto del libro, tanto en cuanto al estilo como al argumento (aunque estoy con Amos Oz cuando advierte de esos contratos insinceros con los que a veces nos encontramos; descubrir la treta del narrador también es un aliciente más para continuar con la lectura). 
    El primer párrafo de un libro es un aperitivo, el entrante de un gran banquete. Por eso, supongo, cuesta tanto escribirlo y por eso se degusta con el paladar preparado para extraer todos los sabores que ese primer bocado (preludio de lo que vendrá) pueda reunir. No suelo elegir qué libro leo basándome en la primera página, pero sí es cierto que, una vez seleccionado, es uno de los puntos más importantes para mí, casi un rito. ¿Firmo el contrato? Por supuesto que sí.
    Yo, que soy fan de las primeras palabras de un libro, he descubierto (gracias a Xula), que hay una costumbre de la blogosfera muy atractiva e interesante: dedicar el viernes a copiar el principio del libro que esté leyendo en ese momento. Los libro-blogueros que he encontrado buceando en internet lo llaman Book Beginnings on Friday y se refieren a este nombre mediante sus siglas: BBF. Así que ahí va mi primer BBF o, lo que es lo mismo:

BBF#1

    No dormían. Era el martes 11 de octubre de1994, la noche había caído sobre Madrid hacía ya varias horas y, en las calles, escaparates encendidos, luces de automóviles, el alumbrado público, rótulos, el párrafo de la claridad en la escalera, de los edificios repentinamente abiertos, mujeres fumando, hombres fumando, el interior de los últimos autobuses, ventanas como sellos luminosos y semáforos disputaban contra esa sombra mientras, en camas y pisos distintos, Carlos Maceda, Santiago Álvarez y Marta Timoner se debatían contra el insomnio. (La conquista del aire, Belén Gopegui)

 


jueves, 27 de septiembre de 2012

La maternidad vivida a voz en grito: "Blog de madre" (Eva Quevedo) y "Cómo no ser una drama mamá" (Amaya Ascunce)


    Cuando te quedas embarazada y, después, cuando te conviertes en madre por obra y gracia de un puñado de matronas y enfermeras que te ayudan a completar el milagro, piensas que lo que te está pasando es especial, único, irrepetible. Crees que nadie en el mundo puede haber sido nunca tan feliz, que nadie puede haberse sentido nunca más plena, que esta experiencia es tan personal, tan íntima, que la conexión que se establece entre tú y el ser que llevas dentro es tan extraordinaria que es imposible que pueda haberse repetido en todos los años que el mundo lleva girando.
    En las clases de preparación al parto empiezas a ver que a lo mejor sí que hay sentimientos y sensaciones que experimentas tú... y las otras 15 mujeres con las que compartes aprendizaje. Entonces, te animas a contar todo lo que sientes, cada mínimo detalle de cuanto ocurre en tu interior porque encuentras a otra mujer tan alucinada como tú que te comprende y que comparte lo que tú estás viviendo. Es un momento de comunión femenina, de comprensión mutua, de exultante plenitud como mujer, como si pertenecieses a una hermandad secreta a la que media humanidad es totalmente ajena.
    Es la matrona la que empieza a poner las cosas en su sitio, la que te ayuda a dar a tu embarazo su justa medida (en todos los sentidos), a poner tu experiencia en perspectiva: sí, es un momento mágico, extraordinario... pero, chicas, seamos realistas; las mujeres llevan haciendo esto desde que el mundo es mundo. Hay millones y millones de mujeres que han vivido exactamente lo mismo en los últimos 40 siglos.
    Tu creciente tripita se convierte, además, en herramienta para que cada día se confirme tal hipótesis. Tu barriga da pie a que una infinidad de mujeres, más o menos conocidas, te cuenten los pormenores de su embarazo, parto y puerperio mientras frotan tu preñez como si quisieran sacarle brillo. Pues va a ser que sí, que todas sentimos cosas parecidas en esos nueve meses en los que te sientes más mujer que nunca (aunque sólo sea a nivel biológico y, por supuesto, hormonal).
    Y puede llegar a ocurrir que cinco años después de tu propio embarazo vuelvas a sentir esa comunión con el resto de la humanidad femenina si, por casualidad, cae en tus manos un libro como Blog de madre. Un libro que cuenta las experiencias extrapolables de una mujer como futura madre, madre en prácticas y progenitora de nivel avanzado con un humor, una ironía y una cercanía que te harán pensar en Eva Quevedo como en tu nueva muy mejor amiga, aunque no la hayas visto en la vida. Y es que esto de disfrutar pero también sufrir la maternidad a voz en grito... une mucho.
    Tuve la buena fortuna de disfrutar de dos libros geniales durante este verano: este y Cómo no ser una drama mamá, de Amaya Ascunce. Ambos parten de sendos blogs (blog-demadre.com y www.comonoserunadramamama.com), blogs que yo he conocido a través de los libros pero de los que ya me he hecho seguidora y fan de primer orden. Si Blog de madre ofrece la perspectiva de la madre, sus neuras y sus preocupaciones, Cómo no ser una drama mamá pone el contrapunto perfecto al tema al recoger la visión de una hija sobre las obsesiones de su madre, en el ejercicio de tales funciones maternas. De alguna manera, pues, ambos se complementan. Y lo que es mejor, ambos son divertidísimos. Vamos, que la gente me miraba mal en la playa por las sonoras carcajadas que me echaba leyéndolos. Y tal y como va el mundo, que te regalen unas buenas carcajadas es uno de los mejores regalos que te pueden hacer.
    Anika entre Libros ya ha publicado las dos reseñas. Las enlazo, por si te apetece echarles un ojo.
  • Blog de madre Eva Quevedo le da una vuelta a los pequeños dramas cotidianos de la maternidad, la vida en pareja, la conciliación de las facetas laboral y familiar… para ofrecernos un buen puñado de post cargados de humor, reflexiones acertadas y consejos de andar por casa. Desde los viajes en familia, hasta las salidas al parque o las visitas nocturnas de los hijos a la habitación de los padres; desde la planificación del embarazo hasta su consecución y desarrollo, pasando por las consecuencias (deseadas o no); desde las expectativas que una tiene cuando va a convertirse en madre hasta la asunción de que los hijos absorben todo el espacio y la energía… nada queda fuera de la incisiva, irónica pero sobre todo divertida mirada de la autora (y madre, por supuesto). (seguir leyendo)
  • Cómo no ser una drama mamá (Las 101 frases de tu madre que juraste no repetir): Amaya Ascunce  reconstruye su infancia a través de las 101 frases que su madre más le ha repetido en la vida (y que, a los 33 años, sigue repitiendo). Consejos peculiares, algunos compartidos por millones de madres, otros originales a más no poder, capaces de forjar el carácter de cualquier persona. Por eso, la autora no solo resume el pensamiento de su madre, sino que analiza las consecuencias que cada consejo ha tenido en ella, lo compara con el que han recibido otras personas (a través de los comentarios que han ido dejando en el blog) y, para que la cosa quede más apañada, con la opinión de expertos como la supernanny o Javier Urra. El resultado: un libro para aprender, para compartir, para guardar, para enseñar a nuestros hijos y, sobre todo, para reír. A carcajadas. (seguir leyendo)
Nos seguimos leyendo.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Otoño

Situación: Viendo la tele.

   Lucía: ¡Mamá! ¡Ya es otoño en El Corte Inglés!!!... ¿Y aquí?

   Moraleja: Si lo dice El Corte Inglés... es que aquí también lo es.

  Nos seguimos leyendo.

martes, 25 de septiembre de 2012

Persiguiendo un sueño

Foto de Thomas Leuthard
    ¿Tú qué crees? ¿Los sueños son un tipo de guía que te va marcando el destino o una mera liberación de tu cerebro? ¿Son como un Pepito Grillo que te dicta lo que tienes que hacer o, más bien, como el vapor que sale disparado de una olla a presión? Lo pregunto porque esta noche he vuelto a tener un sueño de esos que te hacen dudar, que te obligan a elegir entre una opción u otra, de esos que, cuando abres los ojos, es imposible que no pienses ¿estoy obsesionada con el tema o es que algo dentro de mí me está diciendo por dónde ir y yo llevo años sin hacerle caso?
   Te pongo en antecedentes. Verás: a la vista está que me encanta la literatura; me gusta mucho leer pero también me gusta mucho escribir. De hecho, durante una época de mi vida soñé con ser escritora. Incluso en la facultad, un profesor (que entonces yo creía escéptico pero que hoy veo que es el profesor más sincero que he tenido jamás) que siempre nos decía que solo un pequeño porcentaje de los alumnos que tenía sentado delante acabaría ejerciendo el periodismo, nos explicaba: un tanto por ciento, no acabará la carrera; otro cree que quiere ser periodista pero en cuanto conozca un poco más este mundillo lo dejará; otro estudia periodismo porque realmente le gusta la información y el análisis del mundo en el que vivimos y otro se ha matriculado en esta carrera porque no existe otra para ser escritor, lo que de verdad le gusta es escribir, pero como no hay (más bien, no había en ese tiempo) una institución académica para hacerlo, opta por el periodismo para pulir su redacción y aprender los rudimentos del manejo del lenguaje. A mí se me inflamaba el corazón cuando mencionaba el tercer grupo, el de los periodistas de verdad, pero no podía evitar pestañear soñadoramente cuando hablaba del último grupo.
    En esta época de cambio en mi vida, me he planteado escribir algo en serio... pero he acabado desechándolo porque: 1.- me parece muy difícil, 2.- el mercado está saturado y es complicado abrirse camino, 3.- lo que necesito es una profesión que me guste y me motive, sí, pero que me sirva para traer dinero a casa todos los meses; 4.- ¿pero qué me creo? ¿Dónde voy yo, soñando con ser escritora? Así que he vuelto a descartarlo (a pesar de que algunas experiencias con la autopublicación a través de Amazon me han abierto un poco el apetito).
    Preguntaba lo de los sueños porque durante buena parte de mi vida he tenido sueños que me empujaban a ser escritora, a contar historias. Recuerdo perfectamente el final de uno de ellos: después de un viaje en tren, yo me apeaba del vagón en una estación y, como en las películas, desde la puerta de atrás del último vagón la anciana que me había acompañado durante todo el viaje agitaba la mano despidiéndose de mí y gritándome: "Recuerda que te he contado todo esto para que lo escribas, para que construyas una buena historia con ello. Es tu camino, búscalo hasta que lo encuentras y da a conocer mi historia. No puede morir ni contigo ni conmigo". Conmovedor, ¿verdad? El problema es que al abrir los ojos no tenía ni repajolera idea de lo que me había contado la buena señora. Total, que llevo media vida acordándome del sueño, intentando recordar lo que me estuvo diciendo durante el viaje, para ver si doy con la historia... pero nada de nada. 
    Y ese es el problema: sé que sueño historias, historias que tienen muy buena pinta, pero están olvidadas al abrir los ojos. Hoy me he vuelto a pasar. Y en vez de recordar la historia, me he cuestionado la mayor: ¿para qué sirven estos sueños? ¿Para animarme a escribir o para liberar toda la tensión literaria que acumulo dentro de mí? Y en vez de escribir una novela, escribo este post.
    Me gustó mucho una novela de Clara Sánchez que habla sobre los sueños. Reflexiona sobre ellos, su significado y el efecto que causan en nosotros (si les hacemos caso o creemos que son basura del cerebro) pero también ofrece muchos datos científicos, biológicos, médicos sobre ellos y su función dentro del organismo. Presentimientos, la novela de la que hablo, cuenta dos historias paralelas pero unidas: la de Julia y la de Félix. Han ido de vacaciones, con su hijo de seis meses, pero al llegar, ella se da cuenta de que no ha metido en la maleta comida para el bebé, así que coge el coche y va a la farmacia a comprarla. Pero tiene un accidente por el camino y queda en coma. La novela se construye, por un lado, con la angustia y las decisiones de Félix (cuidar del niño, sacar a Julia del coma, acudir al hospital...) y las tribulaciones de Julia, quien, en su coma, sueña que se ha perdido en ese lugar de vacaciones y no logra encontrar el camino de vuelta al apartamento en el que la esperan su marido y su hijo. En su sueño, Julia arregla cuentas con su vida real. Tiene un asunto pendiente (que no voy a desvelar para no fastidiar la trama de la novela), al que da solución durante el coma. Para ella, pues, los sueños sí una guía para la vida, una oportunidad para poner en orden tu destino. En el caso de Félix (que durante el coma, sueña en ocasiones con Julia), su percepción sobre la función de los sueños fluctúa a lo largo de la novela: primero no les da importancia, cree que no son más que basura del cerebro, una válvula de escape que libera al cerebro de la tensión acumulada por la situación que está viviendo. Pero, a medida que va avanzando el argumento, su idea original va cambiando, empieza a abrirle la puerta a la percepción de los sueños como mapa de la vida e, incluso, pregunta a los médicos sobre esta posibilidad.
    Sin embargo, por mucho dato científico que te puedan aportar, creo que, al final, es una cuestión personal. Una cuestión de intuición, de pálpito, de corazón. Creo. Calderón de la Barca les quitó importancia con aquello de "toda la vida son sueños y los sueños, sueños son". Quizá, a lo mejor, de lo que se trata (y hablo ahora de mi caso) es, simplemente de atreverse. Tal vez debería dejar de intentar recordar la historia de la anciana y contar, sencillamente, su encuentro conmigo y el efecto que ha tenido en mí. El efecto que se mantiene durante años.
    Nos seguimos leyendo.
  
photo credit: <a href="http://www.flickr.com/photos/thomasleuthard/6106276491/">85mm.ch</a> via <a href="http://photopin.com">photo pin</a> <a href="http://creativecommons.org/licenses/by/2.0/">cc</a>

sábado, 22 de septiembre de 2012

Dudas sobre el embarazo

  Situación: Las dos tumbadas en el sofá. Ella encima de mí, su postura favorita

   Lucía: Mamá... ¿y a ti?... ¿cuándo te va a crecer un niño en la barriga?

   Moraleja: Los niños crecen por generación espontánea en las barrigas de las madres. Como los limones y las peras en los árboles. ¿Cómo entonces, si no?

  Nos seguimos leyendo.

viernes, 21 de septiembre de 2012

Sorteo "Historias que no contaría a mi madre"



   Acabo de ver otro sorteo interesante, así que me he apuntado. Siempre he sentido curiosidad por el realismo sucio, así que probaremos suerte. Las bases están aquí.
      Nos seguimos leyendo.

jueves, 20 de septiembre de 2012

"Las desterradas hijas de Eva", de Consuelo G. del Cid: la descripción del horror más absoluto


   Hay libros que no gusta leer. No porque estén mal escritos, porque no tengan estructura, porque los personajes no estén bien construidos o porque la historia no te atraiga lo más mínimo. No. Hay libros que no gusta leer porque es inconcebible que lo que te están contando sea verdad. Porque hacen que te cuestiones la naturaleza del ser humano, la raíz de la maldad, la falta de empatía, el fundamentalismo de algunas ideologías, la verdad absoluta de la que se creen poseedores algunas personas que, en mi opinión, no es solo que estén equivocadas, es que son ellas las que no deberían existir.
   Hay libros que te conmueven y hay libros que hacen que se te revuelva el estómago, que llores de rabia e impotencia, que se te encojan las entrañas al pensar en lo que debieron de pasar sus protagonistas y al reflexionar sobre cómo es posible que un ser humano le haga eso a otra persona, a otro igual.
   Todo eso es lo que sentí este verano cuando leí Las desterradas hijas de Eva, de Consuelo García del Cid Guerra. Un testimonio real sobre lo que ocurrió en algunas instituciones que supuestamente servían para proteger a las mujeres durante el Franquismo y la Transición. Pero nada más lejos de la verdad. El relato de los sucesos, las palabras de las víctimas y la reflexión sobre lo que ocurrió son escalofriantes, inconcebibles. Y lo que es más, al peso de lo que les hicieron, las mujeres que pasaron por estas torturas han tenido que sumar no solo unas consecuencias psicológicas terribles, sino también el silencio, la ocultación, el que nadie conozca lo que les ocurrió. Mucho menos, que alguien lo haya llevado a los tribunales. Ahora salen a la luz pública. Espero que se haga justicia.
    Enlazo no sólo la reseña que he hecho para Anika sobre el libro, sino también la página de la autora y algunas otras webs de interés sobre el tema. A ver si por fin sale de las tinieblas de la ocultación.

  •     Reseña: Auspiciados por el Patronato de Protección a la Mujer franquista, existían toda una serie de instituciones que poco o nada tenían que ver con lo que proclamaban: proteger a la mujer. Consuelo García del Cid publica ahora el resultado de sus investigaciones sobre lo que ocurrió en centros como el Preventorio de Guadarrama, la Maternidad de Peña Grande o el Reformatorio de San Fernando. Lugares en los que se encerraba a niñas y jóvenes cuyo único delito había sido quedarse embarazadas (en muchas ocasiones como fruto de una violación, incluso de sus padres o hermanos) o ser demasiado rebeldes para un régimen que subyugaba a la mujer e impedía toda libertad y capacidad de decisión para ella. (seguir leyendo)
    Nos seguimos leyendo.


miércoles, 19 de septiembre de 2012

"La reseña del mes": ya puedes votar


   Kayena ya ha publicado la lista de entradas que participamos en "La reseña del mes". Yo he enviado la que hice sobre Entra en mi vida, de Clara Sánchez. Si te gustó y quieres votarme o si quieres leer las demás y comparar pincha aquí para acceder al enlace en el que podrás hacerlo. Mil gracias!!
   Nos seguimos leyendo.

lunes, 17 de septiembre de 2012

"Mensajeros de la oscuridad", de Alicia Giménez Bartlett: Petra Delicado contra el tótem masculino



    La creadora de la inspectora más feminista y comprometida de la literatura española se atreve, en esta tercera entrega de la saga que protagoniza Petra Delicado, a jugar con lo más sagrado. Lo más sagrado... en varios sentidos. En primer lugar, porque en esta novela reflexiona sobre el papel de las religiones en la sociedad, su significado y utilidad para el ser humano, sus características o la necesidad (o no) de espiritualidad en el mundo actual. Segundo, porque muestra la faz más violenta, fanática, destructiva, cínica y falsa de la espiritualidad o la religión llevadas a sus límites: las sectas destructivas. Y tercero, porque construye la trama a partir del símbolo de la masculinidad por excelencia: la investigación comienza, esta vez, a raíz del envío a la inspectora de una serie de penes seccionados.
    El comienzo no puede ser, por lo tanto, más impactante, ni más brutal... ni más divertido. Porque la ironía y el escepticismo que caracterizan a Petra chocan con el sentimiento de hermandad que une a todos los hombres de la comisaría ante la llegada de tales presentes, sentimiento que les lleva a arrugar el cuerpo, a doblar la cintura protegiendo sus propias partes, inmediata y solidariamente en cuanto ven los falos cortados. "Relájese", le dice, con sorna, a Garzón ante su reacción tras abrir el primer "regalo".
   Con este golpe de efecto comienza un caso que ahondará, nuevamente, en la crítica social, en la visión ácida y pesimista que Petra Delicado nos ofrece sobre la sociedad española de finales del siglo XX: la soledad, la frustración, la marginalidad, las diferencias sociales, la caridad, el voluntariado, la capacidad revolucionaria de la sociedad, la naturaleza y ejecución del trabajo policial, los motivos para delinquir... Este caso, la autora sitúa la novela en pleno invierno, lo que le permite también (y al hilo de la religiosidad que se va filtrando a lo largo de toda la obra) reflexionar sobre el mercantilismo de la Navidad y la pérdida de su significado primigenio.
   En pleno invierno, las derivaciones del caso llevarán a la inspectora y a su fiel escudero (en este libro ya aparece una referencia explícita a Garzón como Sancho Panza; también como al Watson de Holmes) a Rusia, lo que introduce un pequeño análisis sobre la gran potencia del Este tras la caída del muro y las repercusiones que la desmembración de la URSS ha tenido para toda Europa. Los personajes llegan a comparar a España y a Rusia, como grandes potencias imperiales, hoy venidas a menos, analizando si tal condición supone alguna característica concreta en la personalidad de los habitantes de estos países.
    El viaje a Rusia no solo será productivo (aunque moderadamente) en lo profesional; también lo será en lo personal: Petra mantendrá un fugaz y apasionado romance (tan falto de compromiso y de futuro como ella desea siempre) con el inspector ruso que les ayuda en sus pesquisas: Alexander Rekov. Tal aventura refuerza la construcción del personaje como mujer independiente, profesionalmente competente y con una sexualidad libre y abierta. Giménez Bartlett burla, así, el doble rasero con el que, tradicionalmente, se mide la promiscuidad sexual en hombres y mujeres al tiempo que refuerza la caracterización de su personaje.
    Publicada originariamente en 1999, Mensajeros de la oscuridad nos devuelve al fin del milenio, a la incertidumbre ante el cambio de era, el análisis de los sucesos previos y, visto desde la perspectiva actual, los pocos cambios que han tenido lugar desde entonces en no pocos aspectos. Una novela policíaca que ahonda en la sociedad del momento que refleja, que ofrece una buena construcción literaria y que nos regala a uno de los personajes más combativos (en todos los sentidos) de la historia de la literatura española.
    Nos seguimos leyendo.


Ficha técnica:

Título: Mensajeros de la oscuridad 
Autor: Alicia Giménez Bartlett 
Editorial: Booket         Género: novela negra, policíaca, thriller, misterio     Páginas: 368  
Publicación  05/04/2005    ISBN: 9788423342105

viernes, 14 de septiembre de 2012

Reto libros pendientes: 15 en octubre (si no muero en el intento)


   Otra buena iniciativa de varios blogs literarios (en este caso: Estantes llenos, Caminando entre libros, Momentos de Silencio Compartido y Libros que hay que leer) para incitarnos a leer. Después del Maratón de agosto, ahora se trata de un reto para octubre, un reto para vaciar nuestras estanterías de libros pendientes. La verdad es que, en estos momentos, tengo tantos... que creo que me va a ayudar mucho a lograr los objetivos que me he marcado para el máster. 
   Creo que esta vez mi lista va a ser algo provisional, porque seguro que tendré que añadir libros que reseñaré para Anika entre libros pero, de momento, lo que tengo que leer sí o sí es esto (madre mía, allá voy):
  • Muerte en primera clase, de J. M. Guelbenzu 
  • Black, black, black, de Marta Sanz 
  • Atlas de geografía humana, Almudena Grandes 
  • Trilogía de la huída: Algún amor que no mate, Blanca vuela mañana y Háblame, musa, de aquel varón, de Dulce Chacón. 
  • Los amantes tristes, de Eugenia Rico 
  • La muerte blanca, de Eugenia Rico 
  • Entre amigas, Laura Freixas 
  • Amor o lo que sea, Laura Freixas
  •  Y acabar la saga de Petra Delicado. A día de hoy, voy por la mitad del tercero, así que me quedan:  Muertos de papel, Serpientes en el paraíso, Un barco cargado de arroz, Nido vacío y El silencio de los claustros 
  Son muchos (15, alguno menos si termino alguno de Petra antes de octubre)... pero es lo que hay. ¡¡A por ello!!!
  Si no muero en el intento, prometo balance en noviembre. Y seguimientos puntuales en Twitter a través del hashtag #leoycomparto.
   Nos seguimos leyendo.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Sobre las expresiones coloquiales y su uso correcto

Situación: Lucía y yo, camino del cole.

   Yo: ¡Hace fresquete! ¿Tienes frío, cariño?  
   Lucía: Un poco. 
   Yo: Pues vamos a caminar un poco más deprisa, a ver si así entramos en calor.
  Lucía: No sé... es que yo he entrado en frío y no puedo salir.

   Moraleja: ¿Cómo nacen las expresiones cotidianas y qué motivos tienen para ser así y no de otro modo? ¿Por qué entra uno en calor pero se queda frío? Grandes misterios de la naturaleza humana y de la lengua que utiliza para comunicarse con otras naturalezas también humanas.

  Nos seguimos leyendo.

martes, 11 de septiembre de 2012

"Día de perros", de Alicia Giménez Bartlett: Petra Delicado, más y mejor en su segunda entrega

 

    Me gustan la novela negra y la novela policíaca por dos motivos principales: primero, porque son fáciles de leer, son ágiles, están bien estructuradas, dosifican la intriga a la perfección y te atrapan con la descripción de los casos, las investigaciones, las trampas y las pesquisas hasta dar con la resolución de crimen; y, en segundo lugar, porque al ahondar en lo más bajo, lo más sucio, lo menos noble de la sociedad ofrecen una reflexión sobre sus males, sus vicios, sus flaquezas, su podredumbre. No siempre lo consiguen pero, si están bien elaboradas, sí que lo hacen. Y entonces, disfruto como una niña el día de Reyes.
    La saga protagoniza por Petra Delicado sí lo logra, al menos, las dos entregas que ya he leído y la tercera, que acabo de empezar (y... ¡cómo empieza! ¡Madre mía! Eso es empezar un libro con gancho y lo demás son tonterías. Pero ya hablaremos de ella). Y una cosa me atrae tanto como la otra: tanto monta, monta tanto, intriga o reflexión, reflexión o intriga. Porque de ambas hay de sobra en Día de perros.
   Respecto a la intriga, si en la primera novela, Petra Delicado investigaba una violación, en esta segunda entrega (publicada por primera vez en 1997) se centrará en la paliza que recibe un hombre indocumentado al que nadie parece conocer, una paliza que acabará ocasionándole la muerte.
    Los pasos de la investigación, la estructura de esa intriga, irá permitiendo a Petra reflexionar sobre diferentes cuestiones sociales, temas que analiza con su visión crítica, racionalista, irónica y ligeramente desencantada. Así, las diferencias sociales entre el proletariado y la marginalidad, la inmigración o la superficialidad de algunas vidas configuran el retrato de una sociedad en el que no faltan, tampoco, las consideraciones habituales de la investigadora sobre su tema favorito, la desigualdad por razón de género, así como sobre las razones tradicionales de la delincuencia y el asesinato: el amor, el dinero, la venganza...
    Pero el gran asunto que subyace en esta segunda novela es la soledad, abordada desde diferentes puntos de vista, presentada a través de distintos personajes, situaciones y reflexiones y asumida de forma dispar. Por un lado, aparece la soledad como condición social, como condena de los tiempos que corren. La propia víctima es un solitario cuya personalidad nace conoce realmente, pero también hay una reflexión sobre los ancianos, los marginados, los inmigrantes, los olvidados por una sociedad que marcha a otro ritmo. Para paliar la soledad que provoca el olvido, o la indiferencia, o las excusas que todos ponemos para no hacer compañía a quien lo necesita (ancianos, enfermos...) muchos optan como solución por adoptar un animal de compañía, generalmente un perro, lo cual enlaza con el tema que sustenta la trama principal.
    Por otro lado, Fermín Garzón encarna a esas personas que no saben estar solos, o que se han pasado la vida estando solos, aunque estuvieran acompañados, y que ahora buscan una compañía que realmente acompañe. Como supimos en la primera novela, tras quedar viudo, el subinspector se había trasladado a Barcelona, donde vivía en una pensión. Ahora, animado por Petra, ha alquilado un apartamento y empieza a hacer vida de soltero. Así, tendrá que enfrentarse a la ardua tarea del automantenimiento y el abastecimiento personal, materias totalmente desconocidas para él. Será Petra la que le instruya sobre los rudimentos de la compra semanal en el supermercado o las destrezas culinarias necesarias para sobrevivir. Estas escenas son realmente graciosas y muestran el lado más desenfadado de los personajes así como la consolidación de una amistad, más allá de la esfera profesional. Petra adiestra a Garzón en lo doméstico mientras que él la guía en la investigación policial, en la que ella es aun inexperta. Ambos comparten, pues, su propio bagaje cultural y profesional. En muchos aspectos, me recuerdan a Quijote y a Sancho y a la quijotización de Sancho y la sanchización de don Quijote que se va produciendo a medida que avanza la obra.
   Finalmente, Alicia Giménez Bartlett presenta la soledad elegida, la soledad buscada y deseada, de la que disfruta (o aspira a disfrutar) Petra. Una soledad en la que la casa propia es un paraíso y el silencio y la tranquilidad, su mejor banda sonora. Una soledad en  la que caben los amigos y los amantes esporádicos, pero no la condena de un matrimonio. Después de hablarnos de sus dos exmaridos, la autora nos muestra en esta segunda novela a la Petra sincera, madura y desinhibida, dueña de su mente y su cuerpo, de su espíritu y de su sexualidad, que habla abiertamente de sus necesidades físicas y que disfruta sacándole los colores al anticuado Garzón. Una mujer que no quiere comprometerse de nuevo ("el amor todo lo mancha", asegura) y que asume los roles típicos del hombre en lo que al flirteo y el inicio de las relaciones sentimentales/sexuales se refiere, aunque no siempre le dé buen resultado. 
   Todas estas reflexiones y la intriga se sustentan a través del telón de fondo que brinda el mundo de los perros: su adiestramiento, su uso como animal de compañía, como protección, como ocio... Hay todo un tratado sobre razas, fisiología, adiestramiento, psicología y enfermedades del mejor amigo del hombre que da mucho juego tanto para la historia policíaca principal como para las subtramas sentimentales tanto de Petra como de Garzón.  
    Por si todos estos temas y reflexiones no fueran suficientes, la novela se enriquece aun más con el análisis del uso del lenguaje, un nivel léxico alto y una gran cantidad de referencias culturales de todo tipo. Tres alicientes más para completar el panorama de una novela que cumple a la perfección las premisas del género pero que aporta mucho más.
    Nos seguimos leyendo.


Ficha técnica:

Título: Día de perros  
Autor: Alicia Giménez Bartlett 
Editorial: Booket         Género: novela negra, policíaca, thriller, misterio     Páginas: 336  
Publicación  15/05/2003    ISBN: 9788408092735
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